La muerte y los niños

Todos los días Chispi Sancho, un perrito recogido tras un atropello, con el que mis hijos se han encariñado especialmente, sale a recibirnos a la puerta. (Lo del nombre no es cosa mía. EN SERIO).

Pero yo ya sabía que hoy no iba a salir, mi padre me avisaba de su muerte un rato antes.

Yo lo sabía, pero ELLOS NO. Así que, antes de bajar del coche, le he dicho a mi hija de 4 años:

— Cariño, hoy Sancho no va a jugar con nosotros. ¿Sabes qué? Hemos encontrado a sus dueños y se ha ido muy contento con ellos.

Ha sido ver su cara, entre incredulidad y tristeza, y mi cabeza se ha puesto a parlotear:
“Mamá siempre dice la verdad”. ¿No es eso lo que siempre les dices?, entonces, ¿qué haces? El perro se ha muerto, se va a poner triste igual porque no está. Tarde o temprano tendrá que enfrentarse a la muerte. Puedes mentirles o aprovechar la ocasión para un nuevo aprendizaje. Normaliza.
Y que sea lo que Dios quiera”.

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— No cariño. La verdad es que Sancho se ha muerto. Estaba malito. Se que es triste y que lo vamos a echar de menos pero ha sido muy feliz contigo. Te da las gracias por haberlo rescatado…

Dos lagrimones.

GLUP.

Y sigo:

»Vamos a hacer una cosa, vamos a hacer un dibujo y a escribirle una carta con todas las cosas que nos gustaría decirle para despedirnos de él. Y se me ocurre que tal vez podríamos rescatar a otro perrito abandonado y triste en su honor. ¿Qué te parece?

Y, entonces, se ha producido la magia.

Mi hija se ha secado las lágrimas y me ha dicho: “Me da mucha pena mamá, lo voy a echar mucho de menos… Pero vamos a hacerle un dibujo volando, ahora es como la abuela de Vaiana”.

Vaiana es una peli que me encanta (pincha aquí para entenderlo). Y toca el tema de la muerte de una manera muy bonita y sencilla. Yo creía que ella aún no era capaz de captar la trascendencia del mensaje, pero, ya lo creo que sí.

Los niños son así de maravillosos y siempre nos sorprenden.

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Tomada de un blog muy bonito del que os dejo enlace https://entertothematrix.wordpress.com/2017/03/05/lo-bello-y-lo-filosofico-en-moana/

Y el episodio de hoy me ha dado la oportunidad de sacar el tema de la muerte de una manera espontánea. Después de todo, es parte de la vida, no podemos evitar que tarde o temprano tengan que lidiar con ella, ¿por qué no hacerlo cuando son pequeños y pueden incorporarlo a su bagaje emocional como algo natural? Como un cambio, un proceso, una transición.

Espero que mi experiencia os sirva para explicar posibles pérdidas a vuestros pequeños, es algo que llevo tiempo queriendo abordar, por ser una de las consultas que más me hacen en los coles.

Para terminar, OS DEJO UNAS CUANTAS CONSIGNAS:

No te demores en contárselo, es mejor que lo sepa por ti a que se entere accidentalmente después de varias mentiras. Piadosas sí, pero al fin y al cabo, mentiras.

☀ La trascendencia de la muerte es algo muy personal y depende de las creencias de cada uno, pero si a mi me es más fácil sobrellevarlo contando con ella, seguro que a ellos también.
Respeta el duelo y sus fases: 1. Negación, no lo ha asumido aún, no parece real. 2. Son normales los sentimientos de rabia e impotencia para pasar luego a la fase 3, la tristeza. Tranquilos, la (4) aceptación, llegará.

Acepta sus emoción. Valídala. Traduce lo qué está sintiendo. Si están tristes están tristes, no sirve de nada enmascararlo. La tristeza nos ayuda a conectar con nosotros mismos para afrontar cambios y pérdidas. Tienen que pasar por ella para transitarla.
Pon el foco en todo lo bueno que se llevan, en todos los recuerdos, las vivencias, lo aprendido… Céntralos en la ganancia, no en la pérdida. Dar las gracias y recordar los momentos bonitos que han pasado juntos facilitarán la despedida. Para ello pueden escribir una carta o hacer un dibujo.

Ayúdales con cuentos. Son una forma fantástica de abordar distintas situaciones de la vida cotidiana de una manera indirecta, y nos permite la repetición. Los niños necesitan escuchar el mensaje varias veces para interiorizarlo, ya lo hablamos en este otro artículo Viaje a través de los cuentos I: una guía para principantes (de 1 a 3 años). Me gustan especialmente:
“Así es la vida” de Ana Luisa Ramírez.

✍ “El árbol de los recuerdos” de Britta Teckentrup.

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“La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo”. Isabel Allende.

Me despido con fragmentos de Instantes, un poema que siempre se ha atribuido a Borges sin serlo, cuyo mensaje me encanta.

Después de todo, si algo tiene la muerte, es el poder de conectarnos más intensamente con la vida.

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos.
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